Santuario de Massarrúbies

El origen del santuario se vincula al hallazgo de la imagen de la Virgen. Según cuenta la leyenda, fue descubierta por un pastorcillo de la masía Cabiscol, situada a pocos metros del templo. Se explica que la talla sagrada quiso quedarse en este lugar, ya que cuando se alejaba aumentaba de peso, hecho que imposibilitaba el traslado, motivo por el cual se le erigió un santuario en este paraje. Originariamente, se trataba de un edificio de estilo románico. Hoy, presenta un aspecto cambiado respecto al original fruto de las reformas que se hicieron en el siglo XVII y de los posteriores añadidos, como el espacio del camarín construido en el siglo XX, realzado exteriormente con una linterna.

Los restos del retablo mayor

El ábside alberga los restos  de un retablo barroco fechado de 1713, su parte superior fue destruida durante la Guerra Civil, así como las esculturas que ocupaban las hornacinas de la parte inferior, actualmente sustituidas por figuras de menor estatura. Hoy, la calle central del mueble comunica el espacio del presbiterio con el camarín y está presidido por una bonita talla de época medieval que representa la Virgen del lugar. Está flanqueada por las imágenes de la Fortaleza (con la columna) y la Justicia (una espada y unas balanzas, hoy perdidas), que seguro podemos imaginar acompañadas de la Prudencia y la Templanza, las demás virtudes cardinales, colocadas en el cuerpo superior del retablo. En la predela destacan los dos relieves historiados que representan la Natividad y la Adoración de los pastores, a la derecha y a la izquierda respectivamente, de acuerdo con la advocación mariana del santuario.

Aunque más tardío, es de interés el ciclo pictórico de marcado tono popular que recorre toda la nave, con escenas de temática religiosa, algunas de las cuales alusivas a la iconografía del santuario.