Iglesia de Sant Serni de Besora
Alrededor del 1651, la antigua iglesia de Sant Serni de Besora, como mínimo documentada a partir del siglo X, estaba en bastante mal estado y se decidió construir otra nueva con la nave central cubierta con bóveda de cañón y un coro con bóveda de crucería. Se mantuvo la combinación de raíz cincocentista de piedra-para los nervios de las bóvedas, las molduras y las pilastras- y mampostería rebozada y encalada para el resto de adornos. A un lado y al otro de la nave principal se abren dos capillas laterales que dan cobijo a cuatro de los seis retablos que conserva el templo, todos fabricados entre el siglo XVI y finales del setecientos. También se conserva una cruz procesional, probablemente cincocentista.
El retablo mayor (dedicado a san Serni o Saturnino)
El retablo mayor, fabricado alrededor de los años ochenta del siglo XVII, fue esculpido por el solsonense Joan Balius y policromado y laminado en oro por Joan Andreu, de Sant Llorenç de Morunys, que estuvo trabajando las vestiduras con notable destreza. En la hornacina central, en la cima del sagrario construido a modo de arquitectura en miniatura con columnas salomónicas, se encuentra el patrón del templo, san Serni o Saturnino. Lo envuelven las figuras de los santos Juan Bautista y Pablo, ubicados en primer cuerpo, y los patronos de los campesinos Abdón y Senén, en el cuerpo superior, a la derecha y a la izquierda respectivamente de la imagen de la Inmaculada.
Junto con el mayor, destacan la pulcritud de su factura, los retablos dedicados al Cristo Crucificado (1732), ubicado en el arcosolio abierto al muro de tramontana, de autor anónimo, y de un estilo clasicista dedicado a santa Teresa, obrado por Segimon Pujol Santaló el 1795.